Aunque ya había leído aquello de que el pájaro nacional de China era la grúa de construcción, la imagen que yo me había recreado del país asiático era de pequeñas casas, pagodas coloridas y en callejones abarrotados de transeúntes.
Sin embargo, al llegar a Beijing, durante el trayecto del aeropuerto al hotel mis ojos no pararon de contemplar inmensas moles de concreto que se alzan como en una seguidilla de fichas de dominó.
No es común encontrar edificios bajos en la capital. Mi residencia está ubicada en un predio de una docena de construcciones, cada una con más de 20 pisos. En el mío concretamente, el ascensor marca 25 más tres sótanos. Sin embargo, el conteo chino no es igual al nuestro: No existen pisos con el número 4 en la mayoría de las edificaciones en este lado del globo terráqueo, lo que genera que físicamente una construcción tenga menor cantidad de andares.

Aunque cada propietario determina los pisos en función de sus creencias, el 13, 7 y 6 también son considerados de mala suerte, en tanto que se piensa que el 2 trae buen augurio
Ni 4, 14, 24, nada, la explicación es sencilla: Es un número de mala suerte. Según cuentan acá, la pronunciación del desterrado número (sì) es similar a la de la palabra muerte (sí) por lo que está considerado pavoso, como diríamos en criollito.
Siendo así, tampoco gustan de numerar apartamentos o cuartos de hotel con esta cifra. Los números telefónicos con 4 no sólo son más económicos, sino que de preferencia son vendidos para extranjeros.
Por el contrario, el 8 es de gran demanda. A la inversa de cómo ocurre con su mitad, fonéticamente el 8 (bā) se asemeja a la palabra prosperidad (fā), por lo cual se toma como un buen augurio.
Yo creía que en Venezuela éramos supersticiosos, pero aquí las personas pagan precios más altos para obtener líneas telefónicas contentivos de 8, en tanto que conducir un carro con placas de identificación con dos o tres 8 refleja el alto poder adquisitivo del dueño.
Hasta las olimpíadas celebradas en Beijing en 2008 fueron retrasadas para iniciar el 8 del mes 8 (agosto) y así garantizar la buena fortuna. Yo supongo que la suerte me sonrió en Beijing porque mi teléfono termina en 8, y mi morada está en el piso 18 del edificio 8 del condominio.
Oye, qué curioso eso del número 4. Me llamó la atención que en el ascensor n i 4 ni 2. Pero, ojo, asumo que China debe hacer excepciones con ese número cuando, por ejemplo, en el equipo de fútbol un jugador debe llevar el 4 y otro el 14 (por reglamento FIFA, y no le puedes decir que NO). Y se me confirma lo que escribes de Beijing con el 8 de agosto de 2008… jejeje… suerte, éxitos
Por eso lo de «El gocho pal 88»
Jajajajajaja sería???
¿Te acuerdas de la canción del argentino aquel? …son 8 los monos
jajajajajaja tú si sacas vainas chica!