K-pop

Decidí dejar este post para cerrar el ciclo de paseo por Corea del Sur. Confieso que no es un descubrimiento de mi exclusividad, sino consecuencia de ver las curiosidades en otros blogs de latinoamericanos viviendo en este país.

En todo caso, resultó no menos que divertido conocer el K-pop. Rápidamente adivinarán que es una etiqueta para identificar al movimiento de Korean Pop Music, y sí, eso existe. En cualquier tienda de Seúl es posible ver afiches, pegatinas y hojas autografiadas de un sinfín de jovencitos, que desde mi humilde punto de vista, lucen idénticos.

Caras más caras menos, todos parecen formar parte de algún grupo de chicos que no trata de reinventar la rueda, el mismo esquema que mi generación conoció al otro lado del globo: Cuatro o cinco chicos entre 13 y 20 años que bailan y ponen cara de sufrimiento cuando cantan alguna balada.

Hasta ahí todo normal, nada que comentar adicional. Sin embargo, según pude comprobar, no todo son rostros adolescentes en el K-Pop. Para muestra no se pierdan los videos de la banda Norazo que les dejo a continuación. El primer exitazo se llama «Súperman», y sí, la cosa suena como que a «Chupoman»; y el siguiente es «Curry», que, según leí, es una sátira de las coreografías bollywodenses, si es que ese término existe, sino, me perdonan la improvisación. Éste último viene con subtítulos, al estilo kareoke, por si quieren aprenderse el estribillo…