Una de las cosas positivas de la Beijing que voy conociendo es que, a diferencia de lo que pasa en nuestro, país hay mayor diversidad de marcas de productos para elegir. Siendo ésta una de las principales ciudades comerciales del mundo, no es poca cosa lo que se puede encontrar en los anaqueles.
Básicamente de todo, de todo menos mi color de tinte para el cabello. Asunto muy banal, pero luego de intentar mes tras mes con aproximaciones en cualquier cantidad de marcas y paletas, la empresa comienza a volverse desesperante.
Cansada de los supermercados y las farmacias, fui decididamente a un centro comercial de productos para el cabello que recomendaba una de las revistas de agenda mensual en inglés que circulan por la ciudad. Armada con una pestaña que aún guardo de mi tinte original entré al lugar.
Una seguidilla de tiendas, cuales piezas de dominó en fila para derrumbar, se alzan a la vista apenas uno cruza la entrada principal. Entonces, pensé que el asunto sería pan comido, que en cualquiera de esos stands encontraría a mi futuro dealer de Igora Brilliance.
Primer intento y cae el clásico «mei you«, «no tenemos»; segunda, tercera, cuarta, quinta, pierdo la cuenta junto con la paciencia y no paran los «mei you». Nadie tiene, hay miles y miles de cajas de tintes, marcas, frascos, paletas, pero nada de mi anhelado violeta intenso de Igora Brilliance.
Ya desesperanzada voy al vigésimo que sé yo mostrador de la jornada. La vendedora sonríe y me lleva de carrera a uno de los estantes donde hay decenas de cajitas rojas. Por un minuto estalló de emoción, lo encontré!!! pero diez segundos después, mi alegría se transforma en frustración al ver que el tubo de tinte era cinco veces el tamaño original que en su presentación individual, y para colmo al comprobar que lo que me ofrecían era un rojo encandilante, un rojo Psuv para hacerlo más venezolano y no entrar en los clichés del rojo Ferrari. Nada de mi anhelado violeta.
Salgo de allí y continúo ya con menos ganas. En la última tienda del recorrido una señora me dice, para variar, que no tiene esa marca pero me lanza un catálogo de Vidal Sassoon. Le echo una ojeadita, total, es una de las mejores marcas en productos para el cabello. Al ver que hay tres tonos de violeta, dudo por un segundo y me atrevo a preguntar el precio. Cuando la doña me dice «25» se me aclaró la mente.
«El negocio del día» pensó esta triste incauta que de inmediato calculó que por cuesta el tercio de un tubo promedio. «‘Ta barato, dame tres», espeté con el entusiasmo de la extinta Venezuela Sáudita. Casi a la carrera, como para que nadie se arrepintiera de la venta, agarré mi paquete y huí del lugar. En el taxi de vuelta, orgullosa de mi excelente transacción, abrí la bolsa para apreciar mi compra, y allí vino la realidad, la dura realidad: no compré tres tintes Vidal Sassoon, en su lugar, me estaba llevando a casa tres cajitas de Vidal Sossoan… con razón las modelos del catálogo se veían como ochentosas y mal puestas.
Ya comprado, no me quedó más que intentar, quien quita, porque no comulgo con eso de tirar a la basura algo que ni se probó. Así que me fui a la peluquería, y cuando los panas, que ya llevan unos peinados y colores horrendos, miraron con extrañeza la cajita supe que mi futuro capilar no era prometedor.
Dos horas después, lamenté seriamente no haber interiorizado ninguna de esas cuñitas del Seniat que condenaban la compra de artículos piratas, porque mi cabeza había quedado «bieeeeeeeeeeeeeeen pirata». Supongo que era muy iluso de mi parte esperar otra cosa de Vidal Sossoan.
Ay Paulita cada vez que leo de tus intentos por recobrar tu espectacular cabello, me frustro! Coño es tan difícil allá encontrar tu color. Esas chinas no saben na! Eso sí, cuando vengas, te llevas unos cuantos, te cortas bien el cabello y te tomas varias fotos, para que allá aprenden a peluquiarte…un beso
Qué puedo yo decirte además de que voy de mal en peor… Es que aquí quieren ser rubias!!! cuando vaya me voy a llevar 15 cajas de tinte y te voy a seguir el consejo de las fotos, hasta video voy a tomar jajajajaja, besos!!!
Mi peque, estoy muerta de risa viendo como te jodieron esos chinos, pero es que esos bichos nos engañan hasta en nuestra Venezuela donde se supone que hay más vivos que gente. Jajaj
Qué te puedo decir…
JAJAJAJA PAULITA NO TE CREAS AQUÍ TAMBIÉN PARA CONSEGUIR EL TINTE SIN AMONÍACO DE REVLON EN ESPECIAL LA PALETA DE LOS BROWN ES UN DOLOR DE CABEZA TE LO DIGO POR EXPERIENCIA… PASA EN LA CHINA PASA EN VENEZUELA JAJAJA
Lo peor es que cuando vivía allá yo sólo encontraba mi tinte de cabello en un supermercado de chinos, y ahora, nanai!!!