Hace poco más de un año, en la redacción de la novela llamada «Psuv» que era mi trabajo diario, tuve oportunidad de escribir una nota sobre un acuerdo con el Partido Comunista de China para enviar cuadros venezolanos a ser formados ideológicamente en sus escuelas.
Como la mayoría de los anuncios del partido hechos en alguna alocución presidencial, fue imposible seguir el rastro del tema y desconozco si la directiva de la tolda roja rojita concluyó la selección y dio rienda al proceso de formación ideológica que tanto añoraba el Comandante en Jefe.
Recordé el tema porque ayer leí en la agencia de noticias Xinhua que China estrenaba esta semana su primer posgrado especializado en «anticorrupción». Sin duda, me llamó la atención. El reporte, con fuentes oficiales -claro está- explica que esta maestría se imparte en la Universidad Renmin (Universidad Popular de China), en la capital, y que no cualquiera entra, pues luego de «rigurosas pruebas», apenas 1 de cada 4 aspirantes logró su pupitre.
En total se matricularon 30 alumnos, con lo que podemos deducir que se postularon 120 personas. No estoy en capacidad de afirmar si se trata de una cifra alta o, por el contrario, reveladora de poco interés en la materia.
Los cursantes del posgrado aprenderán «técnicas avanzadas» para avanzar en la lucha contra la corrupción -según refirió el subdirector del Centro de Investigación de Derecho Penal de la Universidad. «He Jiahong recalcó que los estudiantes aprenderán incluso de técnicas como la observación de expresiones faciales y la detección de mentiras, dos métodos a los que se recurre para la obtención de testimonios por parte de testigos», acota la información oficial.
En principio pensé que debía ser una excelente oportunidad para que el Psuv replanteara la formación de sus cuadros y enviara a sus ministros y figuras gubernamentales a tomar un posgrado que podría resultar crucial para la función administrativa.
Luego, leyendo sobre las técnicas avanzadas para desenmascarar a los corruptos, se me hizo pésima idea porque lo más probable es que lo único que aprendan es como perfeccionar las expresiones faciales durante cada rueda de prensa.
Aquí, en la China! 
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