
El año que comienza este 3 de febrero estará marcado por el conejo, así que peluches e imágenes de este animalito están por doquier. Algunos ni siquiera se conforman con la reproducción y compran ejemplares de carne y hueso
Ambiente. Durante los últimos días de noviembre del año pasado, algunos comercios comenzaron a colocar árboles de navidad e imágenes de Santa Klaus en sus predios. Carteles acompañados por luces intermitentes deseaban «feliz navidad» a los clientes que parecían completamente ajenos a los mensajes. En efecto, el detalle decorativo sólo podía dar cuenta de que transitamos tiempos globalizados y que en Pekín hacen vida más de 100 mil extranjeros. Un gesto de internacionalización que en nuestros países difícilmente podríamos encontrar.
Lo cierto es que con el inicio de enero, los árboles y los barbudos vestidos de rojo desaparecieron para dar paso a la verdadera fiesta. Los aires de parranda comenzaron a soplar apenas unos días atrás con los estruendos, cada vez más frecuentes, de los fuegos artificiales. La decoración, mayoritariamente cargada de rojos y dorados, cubrió cuasi toda calle de Pekín.

Las tradicionales lámparas rojas se encienden con el caer la tarde junto con las decenas de árboles que han sido iluminados para la ocasión
La masiva migración al interior del país inició este fin de semana. Las avenidas de la capital están considerablemente vacías y algunos comercios bajaron sus santamarías. Todo está listo para la celebración más importante del país: la recepción del Año Nuevo y, con él, el comienzo del festival de la primavera que se extenderá por dos semanas.
La fiesta será mañana, 2 de febrero, en atención al conteo del calendario lunar que determina esta fecha anualmente. Se espera una fuerte descarga de explosiones y colores en el aire para despedir este año del tigre y dar la bienvenida al del conejo.
Comercio. Todo es calma por estas horas. El silencio de las calles sólo es interrumpido por descargas sonoras y luces. Totalmente contrario a la euforia que reinaba en las calles la semana pasada, cuando ir de compras al supermercado era una experiencia en extremo parecida a la de ir a una juguetería una tarde de 23 de diciembre.
Todo mundo pertrechándose de los últimos detalles, al punto que conseguir un carrito de mercado implicaba la pericia y agilidad de un predador, cualidades que al parecer no tengo, porque tuve que conformarme con una cesta. Las enormes colas y el desfile de estanterías improvisadas en el supermercado anunciaban celebraciones llenas de comida y bebida.
Azar. El color rojo, que junto al conejo es el rey de la ocasión, no sólo está presente en las reiteradas lámparas de papel que cuelgan por todos los recovecos, sino también en ropas y en el regalo tradicional de la festividad: hongbao, sobres rojos rellenos con algún detalle importante o dinero en efectivo. Si se trata de un presente metálico, lo aconsejable es no dar montos que contengan el número 4 entre sus cifras, ya que la superstición local lo considera de mala suerte, y nadie quiere regalar signos de mala suerte justo para iniciar un nuevo año. El rojo también es considerado a la hora de comprar ropa interior para estrenar en la gran fecha. Las tiendas exhiben cualquier cantidad de lencería en carmín para iniciar el año con buen pie.
La superstición también manda a evitar los cortes de cabello durante este primer mes porque podría traer vibraciones negativas para el resto del año; y a abrir las ventanas de casa y encender las luces para alejar a los malos espíritus. Limpiar la casa y estrenar alguna pieza del vestuario cuentan como rituales de buena suerte para marcar este nuevo comienzo.
Polémica. A escasas horas de que el año termine, más de mil 400 millones de nuevos propósitos circulan en el aire. Quizás el más polémico de estos sea el que está circulando en formato de video desde hace una semana y que ha sido prohibido en el país debido a su carga crítica. Una tarjeta de año nuevo que dibuja al pueblo como conejo y a su gobierno como tigre, animal que reina durante el año que ya concluye. Retrata varios de los escándalos que han marcado al país en los últimos años y muestra a unos conejos que, cargados de insatisfacción e impotencia, se lanzan ferozmente contra los tigres. Pese al veto, la animación suma casi 200 mil vistas en YouTube. Anexo la versión con subtitulos.
Amor. Cuentan que siendo el conejo el animal que rige este año, el amor podría estar en el aire para algunos. Quizás una de las favorecidas sea la joven que hace unas semanas colocó un aviso frente al dormitorio masculino de la Universidad de Pekín para rentar a un novio por un día. El trato? 10 mil kuáis (cerca de 7 mil bolívares fuertes) por pasar el día con su familia en su provincia natal. Según el anuncio, su madre le habría advertido que sin novio que presentar a la familia, se abstuviera de asistir a la fiesta.
Invierno. El penúltimo día del año ha sido el más caliente de lo que va de invierno. El termómetro subió a 8 grados esta tarde. Un logro considerable si pensamos que la temperatura promedio está oscilando entre -2 y -10. Aunque no ha caído la primera nevada en la ciudad, quiénes nos quedamos en casa durante el asueto tenemos oportunidad de disfrutar de un poco de hielo.
Me encanta! Me encanta! sobre todo por las fotos!!!!! que rico vivir dos años nuevos!!! disfruta tu frío y tu año del conejo!!!!
Sí, es súper rara la sensación, pero de verdad que realmente da para sentirse en la fecha, el ambiente en la calle es increíble!!! feliz año del conejo para ti también jejejejeejje