Hong Kong, un día, mil perspectivas

18 May

A pesar de estar rodeado de edificios y comercios, el Hong Kong Park es un recinto de calma y naturaleza

Hong Kong tiene poco más de mil 100 kilómetros cuadrados. Depende de cómo se mire no es grande, depende de por dónde se mire es tan versátil como un camaleón. Iniciar un día caminando por las veredas del Hong Kong Park, en las cercanías de la estación de metro Admiralty, le permitirá hacer mil y un fotos del ya clásico contraste entre la modernidad y la naturaleza. El real asunto de la perspectiva está en que este maravilloso espacio de 8 hectáreas fue tan diseñado y planificado como los impresionantes rascacielos que sobrepasan los árboles en la panorámica creando ese anhelado efecto fotográfico.

Nada de esto lo desmerita. Es un lugar para apreciar en detalle. Las cascadas artificiales, la laguna con decenas de tortugas tomando sol y los verdes con flores en perfecta sincronía arquitectónica son un espectáculo que bien se agradece en medio de la desarrollada urbe. Si tuviera que elegir el lugar para la obligatoria foto-turista diría que es la plaza de la fuente: Una suerte de parasol con base de concreto y techo transparente desde el cual no para de correr agua dejando apenas una abertura para que los visitantes entren bajo su protección. Si se aventura al aviario comenzará a sentirse en medio de un viaje a través de un bosque tropical, especialmente por la compañía: más de cien especies de pajarracos hacen vida en este espacio con puente de madera incluido.

Luego de la vívida experiencia en verde, basta con seguir unos 20 minutos a paso calmo hacia el este y pronto se topará con la estación del Peak Tram, la reconocerá por la inmensa fila para subir. «The Peak Tower» viene a ser para Hong Kong lo que la Torre Eiffel es a París. Uno de los indiscutibles highlights de las guías de turismo, la máxima expresión del modernismo de la ciudad y la mejor manera de enfrentarse a la perspectiva de los rascacielos. Alcanza 396 metros sobre el nivel del mar. Repleta de tiendas, restaurantes y cafés, también cuenta con una plazoleta, varias atracciones y es punto de partida para tres rutas de cortas excursiones naturales. Sin embargo lo más atractivo del edificio es la Sky Terrace. A 32 metros más arriba, esta terraza está específicamente concebida para observar la isla con una privilegiada visión 360. Si tiene suerte -como la tuvo esta servil narradora- y sube en un día despejado, sin el horrendo gris de la contaminación, tendrá el escenario ideal para la postal de la travesía.

La vista más alta de la isla. The Peak ofrece una perspectiva única que no tiene desperdicio en días soleados y con poca contaminación

La mejor forma de llegar a la Torre Peak es tomando el Peak Tram. Este tranvía funciona desde hace 121 años. Con las respectivas modernizaciones, el transporte hace un recorrido en vertiginoso ascenso de casi 1 kilómetro y medio. El boleto de ida hasta la Torre cuesta 3,60 dólares en tanto que hasta la terraza tendrá que pagar 6,80, pero hágalo que usted no iría a París sin tomarse la clásica foto en las alturas, cierto? Mi recomendación es regresar por taxi o autobús  porque hacer la inmensa fila para bajar en el tranvía le consumirá al menos una hora de su día.

Cualquier cantidad de bichos y plantas encontrará en las calles de especias de la zona. Además puede husmear en la especializada en jengibre o en la de los nidos de pájaros para hacerse con una sopa única

Después del encuentro con la naturaleza y la panorámica de los rascacielos, vale la pena adentrarse por los recovecos de Sheung Wan para obtener otra cara de la isla. La antiquísima Hollywood Road le dará más de una oportunidad para comprar, comprar y comprar. Un par de cuadras abajo se encontrará con las calles del Jengibre y del Nido de Pájaro. En la primera podrá darse paseo por un sinfín de hierbas y remedios naturales, mientras que en la segunda puede sentarse a tomar una sopa de Nido de Pájaro. Para quiénes no conocen el manjar: Sí, realmente es un nido de pájaro pero hecho de saliva y no de ramas. No, no tiene mayor gusto excepto el que le da el acompañante con que es servido. Aunque es común en China, en esta calle tendrá la oportunidad única de comer en restaurantes especializados en el género y podrá escoger entre varios tipos de nidos diferentes.

Al menos una ruta debe recorrer en estos únicos tranvías de dos pisos. No se quede abajo, suba!

Luego de la merienda, aborde uno de los tranvías en dirección hacia el muelle. Antiguos, de dos pisos y ruidosos son únicos. Hay rutas por doquier, y si se hace con un puesto en la ventana del frente en el segundo piso se sentirá en una atracción mecánica y verá a la ciudad con otra mirada.

Una vez en el puerto aborde el Star Ferry en dirección hacia Tsim Sha Tsui. El viaje es corto, el pasaje es barato y apenas arranque el barco comenzarán a venir a su cabeza todas esas escenas de películas rodadas en el puerto de Hong Kong, sólo le faltará un Jean Claude Van Damme tratando de vencer a la mafia hongkonesa para completar la imagen. El resto está allí: las grúas, los containers de carga, las garzas y las torres.

Si es un shopaholic confeso, la Salisbury Road puede ser un peligro mortal, así que no se detenga mucho y camine cual si llevara gríngolas

Cuando desembarque camine en dirección al Paseo de las Estrellas en Kowloon. No le será difícil ubicarlo y de camino puede entretenerse echando un ojo a las sucursales de las marcas más caras del planeta a lo largo de la SalisburyRoad. Una parada estratégica es el Hotel Península. Con casi un siglo operando, constituye uno de los marcos de la ciudad y es tan solicitado que es probable que deba hacer fila hasta para una mesa para tomar el té.

Todo mundo da su mejor pose de Kung Fu frente a la estatua de Bruce Lee en el Paseo de las Estrellas

El Paseo de las Estrellas es un excelente punto para caminar y ver hacia la isla con otra perspectiva. Andando sobre las estrellas de los famosos de China, también hay chance para tomarse una clásica foto-turista frente a la estatua de uno de los hijos ilustres de Hong Kong, Lǐ Xiăolóng, quien nos fue presentado como Bruce Lee.

Cierre el día con unos tragos en el Lobby Lounge del Hotel Intercontinental. El highlight del sitio no es la cena, sino la vista: La mejor visual que existe de la isla, así que no se sorprenda cuando vea que el menú es ligero en comida pero amplio en bebida, (hasta ron venezolano sirven, y como premium que es, un trago de Santa Teresa 1796 aquí se paga en 33 dólares). La especialidad de la casa es el cóctel Nueve Dragones, así que no contradiga la tradición y la fábula que inspiró este trago pidiendo otra cosa. La cuenta saldrá cara, pero la clave es llegar poco antes de las 8 de la noche cuando comienza «La sinfonía de luces» sobre los edificios del muelle Victoria. Trece minutos de encendidos y apagados que le mostrarán la perspectiva de espectáculo del Hong Kong cotidiano.

4 respuestas to “Hong Kong, un día, mil perspectivas”

  1. casinoviembre May 18, 2011 a 9:10 PM #

    El día que visite HK, imprimiré tus posts. No puede haber una guía mejor. Tengo ganas de tener la oportunidad de ir, y seguir tus recomendaciones.
    Muchas gracias!

    • Paula Ramón May 19, 2011 a 12:30 PM #

      Qué linda! gracias! si vas tienes que comprar una tarjeta Octopus para que todo sea más económico y práctico. Es como un multipase que usas en todos sitios y recargas en cualquier lugar… Gracias a ti por leer!

  2. Romy May 19, 2011 a 9:50 AM #

    Estoy verde de la envidia pero he disfrutado mucho este relato…espero que aun te queden unos dias mas en HK

    • Paula Ramón May 19, 2011 a 12:33 PM #

      Ya volví 😦 pero igual continúo echando los cuentos, el lugar es alucinante!!! tiene una vibra increíble!! Gracias por el seguimiento!

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