
Aviso sobre la Nanjing Road West. De lado y lado encontrará vitrinas y comercios, si es de quiénes no se controla al momento de comprar, encontrará aquí uno de los lugares más tentadores que haya visitado
Comer y comprar. Las constantemente crecientes urbes de China invitan a muchas cosas, pero particularmente a comer y comprar. La tradición culinaria de China es tan amplia que cualquier esquina es recinto para comensales, en tanto que con los cambios económicos de los últimos años, el sonido de las cajas registradoras va pareciendo la pieza de ópera más asistida de la nación.
Si bien sentiría una tarea medianamente imposible hacer un ranking de shoppings o lugares comerciales en cualquiera de estas ciudades, algunos no vacilan en afirmar que la Nanjing Road de Shanghai es uno de los centros de compras más transitados del mundo. Las estimaciones dicen que un millón de personas transitan estas aceras diariamente. Más de 600 marcas establecieron sus vitrinas a lo largo de la caminería de 6 kilómetros que en su mayoría es sólo para peatones.
Conectada al sistema de metro a través de la línea 2, la Nanjing Road también se ha vuelto una dirección conveniente para hoteles, bares, puestos de comida rápida y vendedores informales quiénes también quieren tomar algún beneficio de la circulación diaria. Depende de dónde se le mire, la Nanjing Road (contando la ramificación este y la oeste) comienza o termina en el Jing’an Temple y desemboca en el este del Bund.

La caminata hacia en dirección al Bund es agradable, aunque más en el brazo este que termina siendo espacio sólo peatonal
Esta calle con más de 100 años de historia a cuestas es un punto turístico obligatorio y paraíso para los shopaholics. En el brazo oeste predominan las marcas internacionales y los centros comerciales con arquitecturas de impacto, en tanto que el este -mayormente para peatones- da para todo, incluso para caligrafías chinas, artesanías y electrodomésticos. Hay para todos los gustos y bolsillos, podrá encontrar relojes que superen los 10 mil dólares o hacerse con unas camisetas para el verano de no más de 10 dólares.
Si luego de una media hora continúa andando por la Nanjing Road sin una bolsita de papel con marca impresa es probable que comience a sentirse un alienígena. Creo que quienes inventaron este sistema de empacar la compra sabían lo que hacían, bien parece que el placer de ir de tiendas se reduce a abarrotarse de bolsas de diferentes logos, tamaños y colores, que a la adquisición de nuevas prendas en sí.
En todo caso, si visita la ciudad no sea salmón, no vaya contra la corriente, aproveche la caminata y ármese con, al menos, una bolsa que en la china contemporánea, ver vitrinas en la Nanjing Road es tan turístico como ir de paseo a la Ciudad Prohibida, si no me cree, revise una guía.
Sí, sí, de mi guía, el apartado más grueso es el de «compras»… A mi lo que me apasiona es ir al supermercado. Ver tantas cosas diferentes y extrañas…