
Fila para hacerse con un iPhone 4 durante el lanzamiento del producto en la Apple Store del Sanlitun Village el 25 de septiembre del año pasado. La gente empezó a llegar en la madrugada al centro comercial para garantizarse uno de los primeros puestos. (Tomada de http://www.physorg.com/news204605892.html)
No soy Mac, siempre fui PC. La manzanita es linda y más parece el Pac Man que va comiendo todo a su alcance, sin embargo, los parámetros económicos siempre me han mantenido al margen del Mac iBoom (ni mal quedó el invento ah?). Mi relación se limita a un par de iPods, que reconozco, superan en creces a cualquier dispositivo común de reproducción de MP3. Quizás este contexto me impida entender las largas filas a las puertas de la tienda Apple que funciona en el Sanlitun Village, centro comercial altamente frecuentado por expatriados en la capital.
El cubo de paredes de vidrio, dos pisos de alto y cargado de decenas de equipos en exhibición que nunca están sin manos encima, es uno de los puntos más visitados de este mall. Abierto desde 2008, cada vez que hay un lanzamiento en ciernes centenas de personas se agolpan en línea india a la espera de adquirir el producto. Mas la cotidianidad también retrata días de tráfico tan intenso que el personal de seguridad ejerce funciones de racionamiento de tiempo para probar los equipos de muestrario.
Estos chicos de seguridad visten un negro cerrado, y casi parecen la misión de vigilancia de alguna delegación presidencial. Desconozco si se registran robos puertas adentro, pero estos hombres circulan entre la agente comunicándose con apuntadores incesantemente.
Es improbable conseguir una cita inmediata con el departamento técnico que funciona en el segundo piso. De dos a tres días ha sido el tiempo de espera. Esto no se adjudica a pocos operadores o a horarios reducidos de trabajo, sino a una demanda descomunal. La Apple store de Sanlitun es una de las dos en Pekín, y China cuenta con otro par en Shanghai. El pronóstico es alzar 25 tiendas en los próximos años. Lo cierto es que estas cuatro fantásticas encabezan la lista en ventas y visitas frente al resto de tiendas de la cadena, y como si eso fuera poco, prometen triplicar sus números para 2012.
Aunque no todo mundo puede ir a por un iPhone o iPad en la creciente Pekín, se estima que de la población nacional, 50 millones de personas estarían en el target económico y con interés hacia el smartphone. Todas las encuestas en China dan por ganador al iPhone en este rubro, pero ciertamente debe considerarse que algunas ventas no emanan de las tiendas oficiales sino del mercado negro. Sin embargo, los revendedores no sólo se nutren de importaciones ilegales, también podían hacer stock en la tienda oficial para luego ofrecer la mercancía en las puertas de la tienda que generalmente, debido a la demanda, carece de estos teléfonos inteligentes. Incluso llegaron a imponer un límite de dos equipos por persona para controlar la venta que durante dos meses consecutivos, luego del lanzamiento del iPhone 4, fue un rotundo «sold out«.

Como caimán en boca de caño se paran cada día los revendedores de iPhones a las puertas de la tienda Apple en el Sanlitun Village
Sin ningún recato o timidez, estos revendedores aguardan, con bolsas cargadas de 20 o 30 equipos, a potenciales clientes que salen de la tienda con las manos vacías. La escena alcanza notas bizarras, sin consideramos que en un mismo cuadro conviven abiertamente las dos caras de la moneda, lo que quizás diga un poco sobre la fuerza en Pekín del Mac affair.
Una respuesta hasta “Mac affair”