Oh Milan…

8 Ago

Terminadas las rondas de preguntas con los técnicos, el técnico del Milan cedió la copa por unos minutos a algunos miembros de la prensa local que demostraron sus simpatías con fervorosos aplausos

De entrada parecía una superproducción hollywoodense. Música, drama, tensión, luces y cuántas cámaras. El escenario no podía ser mejor, el Estadio Nacional de Pekín, que pocas veces se ha lucido luego de su estreno en las Olimpíadas de 2008, estaba aceitado, encendido y copado. Este último no es cualquier adjetivo, el conocido Nido de Pájaros tiene sillas para recibir a 80 mil personas. Tiene un valor adicional si consideramos que las entradas para el evento se preciaron -en su nivel más alto- en 615 dólares.

La final de la Supercoppa italiana volcó a Pekín hacia su centro olímpico. El pasado sábado en la noche la ciudad sólo hablaba y transpiraba fútbol. Al ojo por ciento era visible la amplia simpatía con que los locales recibieron al, ahora campeón, Milan, mientras que los abucheos contra el Inter cayeron desde la presentación de los jugadores, y se mantuvieron, sin piedad, durante los 90 minutos. Pero dos pequeñas manchas azules en las gradas teñidas de rojo, demostraban que la otrora camiseta de Giuseppe Meazza tenía sus seguidores.

Si observan con cuidado a la derecha de la imagen verán varios hombrecillos de pie junto a unas pequeñas sillas. Son policías. Parte de ir al estadio en China es esta imagen, durante todo el juego permanecen sentados o de pie alrededor de la cancha dando la espalda al gramado

Desconozco cómo nació la clara parcialidad de la fanaticada pekinesa, pero las pasiones que despierta en la capital un clásico como éste explican por qué los grandes europeos  están virando sus ojos a Asia para visiten los gramados de China con frecuencia.

El Inter silenció el estadio al anotar el primer gol, pero la remontada de los rojos generó delirio en las gradas. Un pitazo indicando tiro libre en el minuto 2 del segundo descuento incentivó un breve éxtasis en el público que fue acallado cuando los asistentes entendieron que el anhelado final aún no llegaba.

Una mini fan del Milan en las gradas posa sonriente al término del juego

La victoria del Milan fue un final feliz para la mayoría de los presentes, quienes aplaudieron y vitorearon con las entrañas. La celebración fue tan sentida que el estribillo del himno del equipo italiano fue cantado mientras los campeones concluían su noche con la vuelta olímpica. No tendría la calidez del San Siro para los italianos, pero con certeza nunca le llegaron tan de cerca.

2 respuestas hasta “Oh Milan…”

  1. El_Fan#4 agosto 9, 2011 a 3:25 AM #

    Yo pensé que habías ido a ver a tu adorado Mourinho jejeje… El nido se parece al pachencho?… Venden pinchos vacuna’os y quesito americano? jejeje…
    Buen post!
    Un barazo!!!

    • Pau agosto 9, 2011 a 10:56 PM #

      jajajajajaja ya sabía que iba a captar tu atención con éste! Yo quería ir a tu adorado Mourinho y las obvias goleadas consiguientes jajajaja pero no fue aquí y para comprar entrada te imaginarás… Kaká es el ídolo de multitudes aquí! El Pachencho no tiene nada que envidiar al Nido jajajajajajaa sobre todo en capacidad jajajajajaja pero seriamente, me quedo con los pinchitos y el queso…
      Beso!!

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